Maco Maat está listo para apretar el gatillo en ‘Thompson’
Con este nuevo sencillo, el rapero de Afterclass anticipa ‘Soberano’, su nuevo álbum.
Con este nuevo sencillo, el rapero de Afterclass anticipa ‘Soberano’, su nuevo álbum.
Hunter Thompson murió en 2005, a sus 67 años. El autor, fundador del movimiento del periodismo gonzo, pasó su vida escribiendo sobre pandillas de motociclistas, carreras de caballos y todo tipo de temas en los que se envolvía a fondo, jamás como un mero espectador; también pasó su vida drogándose y emborrachándose como método para mantenerse estable. A los 67 años se suicidó. Sus cenizas fueron disparadas desde un cañón por el actor Johnny Depp. Su legado, entre otros, fue el de exponer y evidenciar la mierda en la que estaba hundida Estados Unidos, hundiéndose él mismo en la mierda para probarlo.
15 años después de la muerte de Thompson, Maco Maat presenta “Thompson”, un sencillo visceral y lleno de misantropía que anticipa el nuevo álbum del rapero envigadeño: Soberano. Lo que surgió como proyecto de tesis de Maco –que, junto con Vic Deal y Luis7Lunes forman Afterclass Records– se volvió un disco, una exploración de los postulados de Thompson sobre el suicidio y las drogas, una conversación con Thompson (con quien Maco se identifica profundamente) a través de su obra y la obra de Maco, tanto académica como musical.
Producido por el Gala, ya usual escudero de Maco en los beats, Soberano también, es obvio, es una búsqueda de soberanía, una que muchas veces solo se puede lograr a través del suicidio: hacerse cargo de la vida para poder acabarla. Es esa la dirección en la que avanza la tesis de Maco de psicología, titulada El suicidio soberano en la obra de Hunter Thompson.
“Thompson” llega meses después de que Maco, junto con su viejo amigo Luis7Lunes, presentó Un EP de Maat (2019), producido por Vic Deal, y dos años después de Realismo Sucio (2018), su debut formal como solista, producido por el Gala. Desde Realismo Sucio han venido meses de encierro en su cuarto, mucho trabajo para mejorar su técnica vocal y varios conciertos con Afterclass, colectivo que se ha destacado en el rap colombiano como serio y profesional, sacando productos de alta calidad.
Sobre bajos que suenan a un bar mal iluminado en una ciudad sin reglas, Maco anuncia en “Thompson” estar listo para hacerse soberano mientras tiene un dedo en el gatillo. Es la carta de presentación perfecta para Soberano: como una brújula, marca cuál es el norte. Qué esperan de mí si aún es Realismo Sucio, con más vicios que antes, no vine a pedir permiso, rapea Maco. No escuchen el tema si quieren estabilidad mental y tranquilidad. Escúchenlo si quieren escuchar rapear a alguien que, si no fuera por la música, ya habría entrado a algún colegio o universidad a matar a cientos con una mini uzi.
Hablé con Maco sobre “Thompson”, que viene acompañada con un video grabado por Rueda Libre, Soberano y el papel de la constancia en este proceso.
El video de “Thompson” parece indicar que estás a punto de viajar o saliendo de algún lugar. ¿Hacia dónde vas con Soberano?
Más que un viaje como tal, representa lo que hay en mi mundo, lo que contiene la maleta. El coro del tema dice en la maleta van incontables narcóticos, equipos de grabación y dos botellas pal desjuicio. Como lo he dicho en otros temas, soy fan de intoxicarme solo, creando. Es un ritual que hace para mi soportable esta mierda.
Todo Soberano sale de mi tesis de grado, titulada El suicidio soberano en la obra de Hunter Thompson. Thompson vivió un viaje constante de distintas sustancias, con el único fin de alimentar su obra. Desde mi experiencia y perspectiva, esa la única forma de darle algo de sentido a la existencia.
Hablas en “Thompson” de que no es suerte, fue constancia. ¿Destacas esa constancia en tu jornada desde Realismo Sucio hasta ahora?
Con Realismo Sucio se empezaron a pulir muchas cosas. Los hábitos de escritura y procesos de trabajo que se vieron reflejadas a la hora de sacar el disco demostraron que ese era el único método: la disciplina.
Desde hace quince años escuché a Lunes hablar de disciplina y constancia, mientras lo veía reflejado en su actuar con el rap y los entrenamientos de basket, en la vida en general. Actitud sobre aptitud, me lo enseñó Luis. Con Ruidos en Hamelin me dejó muy claro que, definitivamente, pulirse en silencio y con paciencia es lo que se tiene que hacer, no hacer por hacer. Ese era mi problema. Trabajaba mucho, pero no era objetivo. Siempre me ganaba la ansiedad de alguna manera y la cagaba.
Antes de sacar Realismo Sucio decidí dejar de hacer parte de muchas dinámicas sociales, alejarme de mucha gente que no me aportaba ni chimba y pesaba más de lo que ayudaba. Al tener tiempo para concentrarme en mí y mis cosas empecé a deconstruir de a poco. Realismo Sucio lo escribí dos veces, la primera sobre beats que había encontrado por ahí. Cuando le hice la propuesta al Gala de sacar el disco y me dijo que sin mente lo hiciéramos, decidí que era el momento de aplicar todo eso que había visto y apretarme las güevas con esto.
Al ver los resultados de tanto trabajo entendí que era la forma de hacerlo, y que realmente era lo que disfrutaba: trabajar incansablemente en el estudio mientras me intoxico solo. Como resultado de eso, fui puliendo mis rutinas buscando perfeccionar lo que estuviera en mis manos.
Llegó el momento de hacer la tesis de grado y sabía que, si no me lo proponía como un reto con algo que realmente me motivara, no iba a hacer nada. Por eso, decidí buscar la manera, desde la estética, de resaltar la obra de Thompson. A medida que la fui desarrollando, me fui identificando con él, al punto de empezar a ser muy puntual en las temáticas relacionadas con los rapeos que estaba escribiendo por esa época. Inmediatamente quise que el disco hiciera parte del trabajo.
Al avanzar en este, fui cogiéndole un amor visceral a Thompson y a lo que representa. El disco fue cogiendo forma junto a la redacción e investigación del trabajo. Cuando menos lo pensé, el disco estaba listo. Creyendo que había pasado el mayor reto, me encontré con el más difícil de todos, que otra vez tuve que afrontar contra mí mismo: interpretar el disco como quería que sonara. Esto fue hace más de un año. Todavía forzaba la voz, el color no era el que quería, no estaba cómodo con nada. En algún momento regrabamos todo y hubo un problema con el mic, entonces tuvimos que descartarlo otra vez.
Cuando por fin pensé que estaba listo, empezaron las grabaciones de Un EP de Maat. Tras la primera jornada –y, como siempre, con un registro impecable de Luis–, me paro a escupir. Después de unos intentos, y con unas palabras del Russo, me fui a la casa a estudiar técnica vocal, dándome palo por no ser capaz de dejar de forzar la voz. Unos dos meses de pela después, las grabaciones del EP fueron un éxito. Un EP de Maat lo regrabé dos veces; Soberano, cuatro.
Hoy que sé todo lo que me costó el disco y que tengo la satisfacción de decir que lo dejé todo, digo con certeza que no hubiera sido posible sin ese proceso de la disciplina y constancia. Si no, no creo que hubiera tenido el carácter suficiente para aguantar y hacerlo de la manera en que se hizo. Mi salud mental se ve hoy por hoy fuertemente perjudicada por este trabajo, pero vale chimba. Todo sea por la obra. Sangre, sudor y lágrimas cargan esas líneas.
¿Qué es Soberano? ¿Qué puede esperar la gente?
Una de las bases teóricas de la tesis es Susan Sontag y su obra sobre el escritor como el sufridor ejemplar. Soberano soy yo haciéndome dueño de mis demonios, de mis odios, de mis vicios y de mi angustia. Soberano soy yo poniéndome en el papel del creador que defino en la tesis. No sé qué puedan esperar. Yo poco he esperado de mí: prefiero sorprenderme que decepcionarme. Soberano es una oda al consumo y al suicidio. Yo necesitaba argumentarme a mí mismo, nunca quise que se esperara algo de esto.
¿Por qué “Thompson” es el sencillo para presentarlo?
En este tema logro dar claridad de lo que voy a presentar, de los temas que voy a tratar y la forma agresiva en que lo voy a decir. Es, entre todos los temas, el que más captura lo que digo de ser yo quien se pone en el papel del creador. Me pongo en el papel de Thompson. Y no necesito esforzarme para hacerlo.
Escucha acá “Thompson”, de Maco Maat, producida por el Gala: